miércoles, 11 de agosto de 2010

Teatro Isabelino


El teatro isabelino es un concepto literario -aunque básicamente se aplica al teatro- con el que se hace referencia, principalmente, al conjunto de obras dramáticas escritas y representadas en Inglaterra durante el reinado de Isabel I, que se alargó desde 1558 hasta 1603. Muchos estudiosos, no obstante, alargan este segmento temporal a los reinados de Jacobo I (hasta 1625) e incluso de Carlos I (hasta 1642) dada la manifiesta continuidad de temática y estilo que mostró el teatro inglés durante esas etapas, y que se vio finalmente truncada con la llegada de la Guerra civil y la clausura de los teatros en ese mismo año. Si se entiende de esta manera más amplia y agrupando las tres etapas, aunque el término teatro isabelino no deja de ser correcto, puede hablarse también de teatro renacentista inglés, a pesar de que no coincida cronológicamente con el renacimiento europeo.

Lógicamente, el principal autor y máximo representante del teatro isabelino fue William Shakespeare, si bien no fue el primero de la larga ristra de dramaturgos que brillaron en esta época.

Teatro Ingles - Edad Media



En la época medieval se desarrollaron las mummers' plays, una forma de teatro de calle primitiva asociada con las danzas de Morris, concentrándose en temas como San Jorge y el Dragón y Robin Hood. Erancuentos folclóricos que volvían a relatar las antiguas historias, y los actores viajaban de ciudad en ciudad interpretando estas obras para el público a cambio de dinero y hospitalidad.
Se representaban obras sencillas de inspiración religiosa cristianas durante las festividades religiosas. Los misterios medievales (Mysteries) y los "milagros" (Miracles) eran obras que representaban escenasbíblicas o religiosas.
Se representaban primero en las iglesias y, posteriormente, en las plazas públicas. Muchas de las representaciones se realizaban por los gremios medievales, que se especializaban en una historia relacionada con su profesión; y rivalizaban entre ellos para obtener la representación más aplaudida. En York, los constructores de barcos eligieron El arca de Noé. Los comerciantes de Londres representaban la Creación. Los tintoreros interpretaron El Diluvio.
A finales del siglo XV aparecen son las "moralidades" (Moralities o Morality plays), parecidas a los autos sacramentales, eran obras protagonizadas por personajes abstractos que representaban vicios o virtudes, u otro concepto abstracto, como el Pecado, la Ambición, la Humanidad, etc. La "moralidad" se hace más laica. Puede citarse la obra Los cuatro elementos (1519).

Inicios del Teatro



El Teatro se introdujo en Inglaterra desde Europa en la época de los romanos, y se construyeron teatros por todo el país con esta finalidad. El teatro es un género destacado dentro de la literatura inglesa, su máxima figura literaria es precisamente un dramaturgo, William Shakespeare, mereciendo igualmente señalarse que mantiene viva la tradición teatral, tanto en grupos de aficionados como en el teatro profesional, con compañías de prestigio como la Royal Shakespeare Company y numerosos teatros en el West End londinense

Shakespeare Posmoderno: Los Macbeth's

Lo que fue una obra de Shakespeare en el clásico teatro isabelino de Inglaterra, hoy se convierte en un ejemplo de teatro rupturista, de la mano de María Dodera y en la antigua Casa de la Cultura del Prado. Premiada por el programa "Montevideo Ciudad Teatral" de la IMM.

La obra trata la historia de la mítica pareja shakesperiana de Macbeth y Lady Macbeth, a quienes el poder y la ambición le jugaron una mala pasada. La posmoderna versión de María Dodera centra su atención en este par de Macbeth, pertenecientes a una red de mafia cerrada, controladora de las acciones de la ciudad. Estos estan unidos, sobre todas las cosas, por el deseo de poder, dinero y fama. A su vez, un mayordomo de psiquis oscura, cuya función es clasificar cadáveres y tocar instrumentos para liberar espíritus será el personaje que domine a la pareja.

Margaret Hughes

Si había un lugar interesante para departir en la Europa de finales del XVII ese era, sin lugar a dudas, la cohorte de Charles II de Inglaterra. Los salones del monarca exhiliado vieron desfilar sucesivamente a una serie de fascinantes personajes, en ocasiones de dudosa catadura moral: Lord Rochester (hermanastro del rey y conocido como el Sade inglés), Dryden, Samuel Pepys o Nell Gwyn son algunos ejemplos. Pero no podemos obviar a un personaje idénticamente atractivo, por lo exótico de su existencia: hablamos de Margaret Hughes, reconocida como la primera actriz dramática inglesa.

            Hasta 1660 la ley "recomendaba" la interpretación masculina de papeles femeninos; y aunque las susodichas normas estaban lejos del estricto rigor isabelino, las mujeres en el teatro (con excepción de los sectores eclesiásticos, que veían en el travestismo de los actores un camino a la sodomía)  no estaban bien vistas. Se sospecha que parte del peso en la decisión real de cambiar dichas leyes prohibiendo la interpretación de féminas por parte de hombres se debió a Nell Gwyn, una joven descarada con aires a lo DuBarry que triunfó en los escenarios tras debutar en el lecho del rey. Otra de las hipótesis sobre el capricho real de cambiar la ley se atribuye a una anécdota acontecida durante una mascarada de Charles II, cuando ante la falta de un actor que interpretaba un papel femenino se detuvo la representación encontrando posteriormente a dicho actor aún afeitándose. Terminó así la carrera profesional de muchos actores largamente especializados en la interpretación de papeles femeninos y nombres como Alexander Cooke, Joseph Taylor o Edward Kynaston fueron largamente legados al olvido. En cualquie caso, la Hugues no dudó en aprovechar la coyuntura para subirse a las tablas.  

            El debut se produjo el 8 de Diciembre de 1660, con Margaret en el papel de Desdémona. Sin embargo, y aunque el mismo Charles II le dio su beneplácito, tanto el público como los círculos artísticos eran reacios a aceptar a una mujer de talento. La rumorología de la época llegó a poner en tela de juicio el sexo de la actriz. Como respuesta a las habladurías la Hugues posó para sendos retratos con el único fin de definir su género. En la versión más sutil (arriba) aparece sosteniendo una concha en su mano derecha (símbolo de Venus) y un fruto maduro (que simboliza la fecundidad femenina) en la izquierda. En el retrato más directo podemos, sin embargo, ver uno de sus pechos al aire; el retrato se aleja de cualquier artefacto simbólico en esta ocasión para dejar simplemente a la vista sus encantos femeninos.     
            Quizás la obra más interesante que su memoria nos ha legado sea el drama teatral The First Actress, estrenado en Londres en 1911. Como curiosidad apuntaremos a que la misma Ellen Terry (a la que quizás reconozcan por ser la Lady McBeth de Sargent) interpretó el papel de Nell Gwyn en dicho estreno.